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La Motivación: Claves para Cambiar Tu Vida (Pódcast)

Motivación
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El Poder del Cambio: Un Viaje Personal Hacia La Motivación

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Por: René Torres

Siempre he deseado tener una varita mágica para cambiar las cosas que no me gustan. Para que de pronto, la procrastinación desapareciera, la disciplina llegara a mi vida y mis proyectos se materializaran como por arte de magia. ¡Pero claro! La realidad es que la varita mágica no existe. Y he tenido que aprender a lidiar con la realidad de que el cambio no ocurre de la noche a la mañana, sino que es un viaje que se recorre paso a paso.

Durante mucho tiempo, me sentí atrapado en un ciclo de frustración, deseando que las cosas fueran diferentes, pero sin saber cómo hacer para que eso sucediera. Quería ser más disciplinado, tener una rutina de ejercicios, escribir un libro, aprender un idioma nuevo… la lista era interminable. Pero me quedaba estancado en la fase de la ensoñación, sin dar el primer paso. La motivación se convertía en un espejismo, un oasis prometedor que se desvanecía en el horizonte cada vez que intentaba alcanzarlo.

Y es que, como a todos, me ha pasado: quiero que las cosas funcionen como yo quiero, que las personas a mi alrededor se comporten como yo deseo. Pero con el tiempo, me di cuenta de que tratar de controlar a alguien solo lo aleja de la motivación. Es como intentar empujar un carro cuesta arriba: te esfuerzas, te frustras y al final, el carro no llega a la cima.

Motivacion

La frustración de no conseguir lo que quería, de no poder cambiar mi realidad, se convirtió en un lastre que me impedía avanzar. La culpa y el autocastigo se convirtieron en mis compañeros de viaje, alimentando una espiral de negatividad que me alejaba cada vez más de mis objetivos.

El problema no era que no quisiera cambiar, sino que no sabía cómo. No sabía cómo vencer la resistencia interna, cómo superar la sensación de abrumamiento que me paralizaba, cómo arrancar el motor que me llevara hacia mis objetivos.

He intentado usar el miedo como motor de cambio. Me decía: “Si no empiezas a hacer ejercicio, vas a engordar, te va a dar un infarto, vas a estar cansado todo el tiempo”. Pero esa amenaza solo me paralizaba. Es como si mi mente se congelara ante la amenaza, incapaz de dar el primer paso.

He intentado también apelar a mi sentido del deber, a la responsabilidad, a la obligación de cambiar. Me repetía: “Tienes que cambiar, tienes que ser mejor, tienes que ser más disciplinado”. Pero la presión solo me llenaba de ansiedad y me hacía sentir aún más impotente.

En cambio, he descubierto que el enfoque positivo es mucho más efectivo. En lugar de presionarme con el miedo o con el deber, he comenzado a enfocar la atención en los beneficios y las recompensas que se obtienen al cambiar un comportamiento. Y aquí es donde la magia comienza a suceder.

Un Nuevo Enfoque: Recompensas, Progreso y Prueba Social

La primera lección que aprendí fue que la motivación surge cuando nos enfocamos en lo que queremos, no en lo que tememos. En lugar de pensar: “No quiero estar gordo, no quiero sentirme cansado”, me empecé a preguntar: “¿Cómo me sentiría si lograra tener una buena forma física? ¿Qué haría con mi cuerpo y con mi energía? ¿Cómo me vería?”

Estar Motivado

Y es que la mente funciona de manera similar a un imán: atrae aquello en lo que se concentra. Si me enfoco en el miedo, atraigo más miedo. Si me enfoco en el deseo, atraigo más deseos.

Con este nuevo enfoque, empecé a experimentar con diferentes estrategias:

Profundizando en las Estrategias de Motivación

1. Prueba Social: El Poder del Ejemplo

La prueba social se basa en la idea de que tendemos a imitar las acciones de los demás, especialmente cuando no estamos seguros de qué hacer. Ver a otros lograr lo que nosotros deseamos nos inspira y nos demuestra que es posible. Pero, ¿cómo podemos aplicar esto de forma práctica?

  • Busca modelos a seguir: Identifica personas que hayan logrado lo que tú quieres conseguir. Pueden ser figuras públicas, amigos, familiares o incluso personas que sigues en redes sociales. Investiga sus historias, aprende de sus experiencias y observa cómo han superado los obstáculos.
  • Únete a comunidades: Rodéate de personas que compartan tus objetivos. Unirse a un grupo de estudio, un club de lectura, un equipo deportivo o un foro online te proporcionará apoyo, motivación y un sentido de pertenencia. Compartir tus progresos y desafíos con otros te ayudará a mantener el rumbo.
  • Busca testimonios: Lee reseñas, busca casos de éxito y presta atención a las experiencias de otros que hayan utilizado un producto, servicio o método que te interese. Saber que ha funcionado para otros puede aumentar tu confianza y motivación.

Ejemplo: Si tu objetivo es empezar a correr, busca grupos de corredores en tu ciudad, sigue a corredores inspiradores en redes sociales y lee blogs sobre cómo empezar a correr. Ver a otros disfrutar de la actividad y superar sus propios retos te motivará a hacer lo mismo.

2. Recompensa Inmediata: Pequeñas Victorias, Grandes Resultados

Nuestro cerebro responde positivamente a las recompensas. Celebrar las pequeñas victorias a lo largo del camino nos ayuda a mantener la motivación y a evitar la frustración. La clave está en encontrar recompensas que sean significativas para ti y que no saboteen tus objetivos a largo plazo.

  • Define recompensas específicas: En lugar de recompensarte vagamente con «algo agradable», elige recompensas concretas. Por ejemplo, «Si termino este capítulo, puedo ver un episodio de mi serie favorita» o «Si voy al gimnasio tres veces esta semana, me compraré ese libro que quiero».
  • Ajusta las recompensas a la tarea: La magnitud de la recompensa debe ser proporcional al esfuerzo realizado. Una tarea pequeña merece una recompensa pequeña, mientras que un logro importante justifica una celebración mayor.
  • No te castigues si fallas: El objetivo es motivarte, no desanimarte. Si no logras un objetivo, no te castigues. Analiza qué salió mal, ajusta tu estrategia y vuelve a intentarlo.

Ejemplo: Si tu objetivo es escribir un libro, recompénsate con un pequeño descanso o una taza de té después de escribir un cierto número de palabras o páginas. A medida que avances, puedes premiarte con una actividad más significativa, como una cena especial o una escapada de fin de semana.

3. Seguimiento del Progreso: Visualiza tu Éxito

Llevar un registro de tus avances te permite visualizar tu progreso, reconocer tus logros y mantener el foco en tus objetivos. Ver lo lejos que has llegado te dará la motivación necesaria para seguir adelante.

  • Utiliza herramientas de seguimiento: Puedes usar una agenda, una aplicación móvil, una hoja de cálculo o simplemente un cuaderno para registrar tus progresos. Elige la herramienta que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias.
  • Establece metas SMART: Asegúrate de que tus metas sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos. Esto te permitirá medir tu progreso de forma objetiva y celebrar tus logros.
  • Revisa tu progreso regularmente: Dedica tiempo cada semana o cada mes para revisar tus avances. Analiza qué ha funcionado, qué necesita mejorar y ajusta tu estrategia en consecuencia.

Ejemplo: Si tu objetivo es perder peso, registra tu peso, tus medidas y tus hábitos alimenticios. Ver cómo disminuye tu peso y cómo mejora tu alimentación te motivará a seguir con tu plan. También puedes utilizar una aplicación para registrar tus entrenamientos y ver cómo aumenta tu resistencia y tu fuerza.

El Poder del Movimiento: Activando la Mente

Una de las estrategias que ha funcionado de manera increíble para mí ha sido la de mover mi cuerpo para activar mi mente. He descubierto que hay una estrecha relación entre la actividad física y la capacidad de concentración, la creatividad y la motivación.

Cuando me siento estancado en un proyecto, lo primero que hago es salir a caminar o a correr. El movimiento, por simple que sea, activa mi mente y me ayuda a generar nuevas ideas. Es como si mi cuerpo se convirtiera en un catalizador para mi mente.

Los estudios han demostrado que la actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que favorece la oxigenación y la producción de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, que están relacionados con la motivación, la concentración y el bienestar.

Un ejemplo claro de cómo el movimiento activa la mente me sucedió en la universidad. Yo era un estudiante de segundo año con clases a las 7 de la mañana. Era un momento crítico: la mente aún en modo «apagado», el cuerpo cansado, el café aún no hacía su magia. Un día, una compañera me contó que ella salía a correr por el parque antes de ir a clase. Y, por qué no, me dije, ¿si a ella le funciona, por qué no a mí? Me levantaba media hora antes y trotaba por el parque, aunque nunca la encontraba. Pero lo curioso es que, al llegar a clase, mi mente estaba más alerta, con más energía, y la información entraba con mayor facilidad. A partir de ese día, no solo seguí con la rutina de ejercicios, sino que me di cuenta de que la actividad física no solo me hacía sentir mejor, sino que también me ayudaba a enfocar mejor mi mente.

Un Sueño Grande para Enfocar La Energía:

Un sueño grande, una meta que nos inspire y nos motive a seguir adelante, es como tener un faro en el horizonte que me guía en medio de la tempestad.

No siempre supe que quería ser abogado. En realidad, mi sueño grande era ser educador, pero me dejé llevar por las expectativas de los demás y por la presión social. Decidí convertirme en abogado, pero durante el proceso me di cuenta de que mi verdadera pasión estaba en la enseñanza. Ese camino me ha enseñado mucho sobre la resiliencia, la disciplina y la importancia de seguir tu propio camino. Y aunque no ejerzo la abogacía, aún valoro la experiencia que me brindó. Ser educador es una oportunidad para sembrar semillas de cambio en el futuro. Me encanta pensar que los alumnos que he ayudado a crecer podrán dejar una huella positiva en el mundo.

Este sueño grande, la motivación que me impulsa a seguir adelante como educador, actúa como un motor que me proporciona la energía necesaria para afrontar los obstáculos y para mantenerme en el camino.

Motivadores Negativos: Hacia lo que Queremos

Por último, me di cuenta de que, además de las recompensas y los sueños grandes, también necesito tener presente mis motivadores negativos. En lugar de solo huir de lo que no quiero, he aprendido a usar esa energía negativa como un combustible que me impulse hacia lo que deseo.

Es como un imán que atrae hacia lo que me repele: me alejo del miedo al fracaso, de la frustración de la inacción, de la sensación de estancamiento. Esa energía negativa se transforma en un combustible que me lleva a tomar acción y a buscar soluciones para mis problemas.

Un ejemplo claro de esto fue durante mis últimos años en la universidad. Me levantaba a las 5 de la mañana para ir a clase. En ese momento, estaba a punto de graduarme, pero mis niveles de motivación para estudiar estaban por el suelo. Me sentía exhausto, desmotivado y con una gran sensación de apatía. Un día, mientras meditaba, me di cuenta de que tenía un miedo terrible: el miedo a tener que repetir un año de universidad si no aprobaba los exámenes. Y en ese instante, la idea de tener que volver a levantarme a las 5 de la mañana durante un año más fue lo que me impulsó a estudiar con más fuerza. Esa energía negativa, esa sensación de rechazo, se convirtió en un catalizador que me permitió enfocar mi energía y, finalmente, lograr mis metas.

El Poder del Cambio: Un Camino Hacia La Motivación

El cambio es un proceso continuo, lleno de altibajos. Pero cada vez que me animo a dar un paso fuera de mi zona de confort, la experiencia de aprendizaje me llena de satisfacción.

La mente humana tiene una increíble capacidad de adaptación. Cuando nos desafiamos a nosotros mismos, nuestro cerebro se fortalece y nuestra resiliencia aumenta.

En este viaje hacia la motivación, he descubierto que la felicidad no es un destino, sino un camino. Se trata de disfrutar del proceso, de celebrar los pequeños logros y de aprender de los errores.

El poder del cambio está en nuestras manos. Con la actitud correcta, con la motivación adecuada y con la perseverancia, podemos alcanzar nuestras metas y crear la vida que realmente queremos.

¿Y tú? ¿Cuáles son tus estrategias para mantener la motivación? Comparte tu experiencia en los comentarios!

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